Tal día como hoy



Günter Kunert. ERINNERUNG AN EINEN PLANETEN

La sombra

Contra el arco de un puente en Hiroshima
muestran que un hombre se dejó su sombra.
Quien proyectó esa sombra ya no está;
luego cayó, sabéis, la superbomba.

Y estalló. Y un calor de ondas solares
raudo lo evaporó sin darle tregua
para adioses a un mundo olvidadizo,
y de él quedó lo que estampó en la piedra.

Aquel desconocido nadie sabe quién fue,
pues en la misma hora de su muerte
murió de golpe la ciudad entera.

Para que no muramos como él,
nos avisa su sombra mudamente:

Somos la carne. El es la herida abierta.

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